Oaxaca en la ruina

De cómo Oaxaca sigue arruinándose
por La Redacción Opinión / Nacional | Miércoles, 25 de Mayo de 2011 07:10 hrs.	[A+][Reset]

Fuente: EXCELSIOR Juegos de Poder Leo Zuckermann Qué bueno que los maestros de Oaxaca hayan comenzado un nuevo plantón en la capital de ese estado. Qué bueno que hayan suspendido sus labores y dejado a un millón 300 mil niños oaxaqueños sin clases. Qué bueno que la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación haya bloqueado comercios, bancos y algunas calles de Oaxaca. ¿Por qué? De acuerdo con un comunicado de esta Sección: “Lejos de ser una perdida para los comerciantes, representa una gran derrama económica en la capital de Oaxaca, si tomamos en cuenta que cada maestro se gasta en promedio 150 pesos al día y multiplicamos esto por los 73 mil maestros, la derrama es cuantiosa de aproximadamente diez millones de pesos al día para los comerciantes y prestadores de servicio de la capital del estado. Finalmente quienes también se benefician con estas acciones del magisterio son los empresarios, que bajo pretexto del plantón y de ‘perdidas’ son exonerados   de impuestos y llenados de privilegios por parte del gobierno estatal y federal en sus ejercicios fiscales”. El cinismo de estos señores no tiene límites. Yo no tengo nada en contra de los sindicatos. Al contrario: los considero una herramienta fundamental para defender y avanzar los intereses de los trabajadores. Pero la Sección 22 es más que un sindicato. Se trata de un movimiento político de izquierda radical que está en contra de los gobiernos democráticamente elegidos. Lo que al parecer quieren, en última instancia, es la revolución. La Sección 22 ha presentado un pliego petitorio de 80 demandas al gobierno de Oaxaca. Muchas de ellas efectivamente tienen que ver con la lucha legítima de los trabajadores por mejores condiciones de trabajo. Ahí están las exigencias de que algunos docentes cambien de zona para incrementar su salario o que se regularicen miles de maestros que cobran por honorarios. El gobierno oaxaqueño afirma que les ha ofrecido más de mil 500 millones de pesos para tal efecto. Pero la dirigencia de la 22 argumenta que sólo les han prometido la mitad de lo que ellos están pidiendo. Más allá de los dineros, que son muy importantes en estas negociaciones, hay otras demandas más políticas que económicas. La Sección 22 solicita, por ejemplo, que el gobierno cancele los módulos de afiliación de su competidora, la Sección 59. Aquí los dirigentes de la 22 están defendiendo un inaceptable derecho al monopolio de la representación laboral. También exigen “la presentación con vida del compañero Carlos René Román Salazar y demás luchadores sociales desaparecidos en años anteriores” y “el castigo al asesino Ulises Ruiz y demás responsables de las agresiones al pueblo de Oaxaca durante el 2006”. Se trata de dos asuntos muy delicados que difícilmente el gobernador podrá resolver. Por lo demás, sería gravísimo que Gabino Cué aceptara la remoción de tres de sus colaboradores como lo exigen los maestros (Irma Piñeyro de la Secretaría de Gobierno, Bernardo Vásquez Colmenares del Instituto Estatal de Educación Pública y Marco Tulio López de la Secretaría de Seguridad Pública). Si aceptara el gobernador, la Sección 22 adquiriría ipso facto el poder de veto sobre los funcionarios estatales. Otras exigencias de los maestros oaxaqueños francamente están fuera del alcance de Cué porque se encuentran en la esfera nacional. La 22 exige “la anulación de la Alianza por la Calidad Educativa, la Ley del ISSSTE, las reformas estructurales, la reforma laboral y demás agresiones a la clase trabajadora”. Estas ya son demandas de un movimiento político nacional. No por nada, el Ejército Popular Revolucionario (EPR), la guerrilla más importante de México, apoya “la lucha de los maestros democráticos” para “la construcción de un verdadero proyecto educativo alternativo que coadyuve a la liberación total de nuestro pueblo de la explotación y la opresión”. Mientras que los maestros oaxaqueños construyen este noble proyecto de liberación nacional, Oaxaca sigue arruinándose. Miento. Se me había olvidado que sus movilizaciones van a dejar una derrama económica multimillonaria a los comerciantes de la capital y la exención de impuestos. Perdón por el error.